jueves, 28 de julio de 2011

Looking for... Rehab

"Es mi deber aclarar todos los rumores que corrieron en torno a mi rehabilitación..." Jajaja esto suena más patético que comunicado oficial de estrella pop. Es cierto, estuve en rehabilitación por un par de semanas, pero no fue por orden de un tribunal con libertad condicional por mal comportamiento en la vía púbica, ni tampoco me estaba haciendo una lipo (Ni falta que me hace).

Todo comenzó hace un par de semanas cuando luego de varios estudios clínicos, se descubrió que el dolor abdominal que me cargaba desde días antes caminando encorvado resultaba ser una apendicitis aguda. Mi cara de sorpresa era más incómoda que la de un concursante cuando sale eliminado de un reality show. Sólo pensaba en la cicatriz horrenda que me iba a quedar luego de la operación, no me importaba morir, no me importaba que me sacaran el apéndice; sólo quería quedar tal cual como dios me trajo al mundo (Sin marcas, ni cicatrices, ni heridas).

En medio de la preparación pre-operatoria, pensaba en dos cosas: en quien me hizo la radiografía (que estaba como le daba la gana) y en lo desesperante que eran los demás pacientes, eso no se parecía en nada a lo que vemos en "Grey's Anatomy", ahí los pacientes no tenían una historia interesantes, ni los Doctores y Enfermeros eran dignos de admirar en una alfombra roja. Al final con mi batita clínica y mi ansiedad al máximo estaba listo para ir a quirófano. Absolutamente nada se asimilaba a los episodios de "Nip-Tuk" o "Dr. 90210", mientras charlaba con los doctores quedé totalmente anesteciado (Thanks god).

2 hours later.... No salí llorando, no salí adolorido, ni vomitando, sólo tenía ganas de pelear, gritar y destruir a las enfermeras que me dejaron pasar frío. Estaba incomunicado, lleno de gases y mucho más encabronado cuando descubrí que me habían colocado una sonda vesical, el peor maltrato que ha sufrido para mi compañero inferior ever... Desde ese día comenzaba mi martirio: 21 días de rehabilitación, 21 días de dieta estricta y un coctel de pastillas aprox. cada 2 horas por 2 semanas.


Entre mis semanas de descanso sentí todas las prohibiciones dignas de un popstar en proceso de rehabilitación: NO podía comer bien, NO podía beber alcohol, NO podía salir a la calle, NO podía siquiera tener sexo... Oh god!! Ya se lo que siente Lindsay a cada rato, a lo que le huye Charlie Sheen y porqué Amy Winehouse escribió esa canción. REHAB, se resume en 2 palabras: UNA MALDICIÓN.